Durante la temporada 21/22 hemos celebrado cinco años de Joc de xiquetes / Juego de niñas.

En septiembre de 2016 estrenamos Joc de xiquetes en el Festival Russafa Escènica de València. Una obra que nos ha llevado a diversos y maravillosos lugares de la geografía española y latinoamericana, además de darnos alegrías en forma de premios y experiencias.

En agosto realizamos un acto en casa, en Castellnovo, para conmemorar la vida de este espectáculo, donde mostramos nuestros tesoros y compartimos que ese día se iniciaba la sexta temporada de Joc de xiquetes que, como celebración, volvería a salir del territorio Valenciano para visitar varias ciudades que teníamos pendientes.

Esa misma noche actuábamos en la escuela de Castellnovo y daba inicio la gira. Poco después nos fuimos a la escuela pública infantil de Polinyà del Xúquer para formar parte del Festival Polinyà Íntim, aumentando el aforo y agotando las localidades.

La primera parada de Juego de niñas a nivel nacional fue en el Festival Internacional de Artes Escénicas de Sevilla. Donde estuvimos un fin de semana representando la obra en Platea Odeón, y comiendo de maravilla en Triana.

La siguiente parada fue el Festival Essencia de Madrid, en la emblemática sala Cuarta Pared, donde montamos una de las versiones escenográficas más grandes de nuestra escuela y la llenamos con un público que jugó y disfrutó el espectáculo. Un fin de semana inolvidable.

Gracias a estas funciones, volvimos a Madrid en 2022, pero antes vino Bilbao, con la incorporación de dos nuevos actores (Francesc Romeu y Héctor Fuster). Fue en el espacio BBK Kuna dentro del Festival BBK Off, una antigua guardería convertida en centro cultural de innovación, junto a la Ría de Bilbao. (Qué bien comimos).

Aún saboreando los pintxos del norte, nos fuimos para Barcelona, a celebrar Sant Jordi, el día del libro, a Mollet del Vallés, realizando una función matinal (la primera sin mascarillas después de dos años) en el Casal Cultural y otra en La Tramolla por la tarde. Si en la primera hubo público, en la segunda se llenó a más no poder. Y ocurrió lo nunca visto: acabada la representación, con el público ya en la calle, unas espectadoras decidieron colarse, y con ellas el resto de público, y volver a entrar para aplaudir y hablar con los intérpretes.

Rápidamente volvíamos a cambiar el idioma y el acento porque, ahora sí, volvíamos a Madrid. Esta vez al Teatro del Barrio, sala más que conocida de Lavapiés. Dos semanas y once funciones hacen difícil hacer «Sold out» todos los días, pero aun así conseguimos colgar el cartel de «agotadas las entradas para la función de hoy».

Los primeros días en Madrid, nos visitaron críticos (el de EL PAÍS por segunda vez), periodistas, blogueros e influencers que quisieron comentar en los días posteriores la obra en sus espacios de difusión. Y todos ellos nos colmaron de buenas consideraciones. También es verdad que una obra con cinco años de rodaje, y con esta última gira tan continuada, hace que los «resultados» estén muy pulidos y los errores se hayan solventado.

Finalmente, llegábamos a València, ciudad donde no se veía Joc de Xiquetes desde 2017. Antes de ganar un premio Max, de las funciones en Chile y Perú, de la gira nacional y de las buenas reseñas en prensa. Cosa que hizo que se llenaran fácilmente las dos funciones programadas en el Teatre El Musical del Cabanyal-Canyamelar. Ampliamos el aforo pero igualmente se agotaron las entradas, haciendo una versión escenográfica que igualaría a la de la Cuarta Pared.

Fueron dos funciones fabulosas con las que despedimos esta temporada tan viajera y pusimos la mirada en lo que le depara a Joc de xiquetes / Juego de niñas a partir de este verano: su séptima temporada.